Animales en peligro de extinción en Venezuela
Tortuga Arrau:
La tortuga arrau es una especie muy abundante desde hace 200 o 300 años, que empezó a disminuir rápidamente durante la segunda mitad del siglo XIX, siendo actualmente un animal muy escaso a lo largo de toda su área de distribución. Es objeto de una presión humana muy intensa, que no ha variado desde épocas coloniales. En Venezuela la tendencia hacia la disminución del tamaño poblacional se mantiene, a pesar de los esfuerzos que se realizan para su protección.
La tortuga arrau es una especie muy abundante desde hace 200 o 300 años, que empezó a disminuir rápidamente durante la segunda mitad del siglo XIX, siendo actualmente un animal muy escaso a lo largo de toda su área de distribución. Es objeto de una presión humana muy intensa, que no ha variado desde épocas coloniales. En Venezuela la tendencia hacia la disminución del tamaño poblacional se mantiene, a pesar de los esfuerzos que se realizan para su protección.
El Jaguar:
Su hábitat es la región selvática de la Zona Tropical, prefiere las selvas con ríos y caños. Hoy existen cerca de 2.500 ejemplares, muchos de ellos con cicatrices de disparos por intentos de caza. El jaguar ha sufrido una reducción significativa en su distribución original . Su límite al norte ha retrocedido unos 1.000 km y sólo permanece en 33 y 62% de su área de distribución en Centro y Suramérica, respectivamente. En Venezuela, hasta los años cincuenta, el jaguar presentaba una amplia distribución . Hoy en día sólo las poblaciones localizadas en los estados Amazonas y Bolívar permanecen relativamente estables; las localizadas en Sierra de Perijá, llanos occidentales, piedemonte andino y delta del Orinoco se encuentran en constante disminución y en la Cordillera de La Costa prácticamente están extintas.
Su hábitat es la región selvática de la Zona Tropical, prefiere las selvas con ríos y caños. Hoy existen cerca de 2.500 ejemplares, muchos de ellos con cicatrices de disparos por intentos de caza. El jaguar ha sufrido una reducción significativa en su distribución original . Su límite al norte ha retrocedido unos 1.000 km y sólo permanece en 33 y 62% de su área de distribución en Centro y Suramérica, respectivamente. En Venezuela, hasta los años cincuenta, el jaguar presentaba una amplia distribución . Hoy en día sólo las poblaciones localizadas en los estados Amazonas y Bolívar permanecen relativamente estables; las localizadas en Sierra de Perijá, llanos occidentales, piedemonte andino y delta del Orinoco se encuentran en constante disminución y en la Cordillera de La Costa prácticamente están extintas.
El Oso Frontino:
es el único oso de Suramérica, su hábitat son los Bosques altos de los Andes de Táchira, Mérida y Trujillo, parte meridional de Lara y norte de Portuguesa. Este oso es un mamífero que no ataca, sólo lo hace cuando se siente en peligro él o sus crías.
es el único oso de Suramérica, su hábitat son los Bosques altos de los Andes de Táchira, Mérida y Trujillo, parte meridional de Lara y norte de Portuguesa. Este oso es un mamífero que no ataca, sólo lo hace cuando se siente en peligro él o sus crías.
Amenazas: Se estima que hay menos de 2.000 de estos osos en estado salvaje. La destrucción y la fragmentación de su hábitat, debido al crecimiento agrícola, es la causas principal de su declinación. La cacería deportiva y las leyendas que existen en torno a la especie están contribuyendo también a su extinción. Se ha descubierto que las poblaciones que sobreviven son fragmentarias y restrictas a reductos boscosos que han quedado aislados.
Es un mamífero acuático voluminoso sin aleta dorsal y una cola en forma de canalete. Su cuerpo es grueso, pudiendo llegar a medir hasta 4 metros de longitud y pesar 500 Kg. De color gris o café. Presenta rollos de carne sobre la nuca. La cabeza es pequeña y embotada, con el par de ventanas de la nariz, redondas y pequeñas. La trompa presenta bigotes rígidos. Tiene 3-4 uñas en el extremo de cada aleta. Su labio superior también es grueso, fuerte y es utilizado para arrancar todo tipo de vegetación acuática. Son tímidos y absolutamente inofensivos, viajan solos o en pequeños grupos familiares, toda su vida transcurre en el agua.
Amenazas: la contaminación de las aguas y el aumento en el tráfico de botes y "jet skis" ocasionan choques con los manatíes que resultan, a veces, fatales para el animal. Adicionalmente, la pesca de manatíes para usar su carne, aceite y grasa está afectando a su población. Además, hay casos de manatíes jóvenes que se enredan en redes de pesca que han sido dejadas sin vigilancia por mucho tiempo.
Fuente: la gan sabana
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